Algunos autores presentan los nombres Antiguo y Nuevo Testamento con que se designa las dos grandes secciones en que se divide la Biblia cristiana como el resultado de un error de interpretación de la palabra diatheké, que significa: 'deseo' o 'voluntad', y también 'acuerdo’ o 'convenio'.
Las denominaciones de Biblia y de Antiguo Testamento (que presupone la existencia de un Nuevo Testamento) nunca fueron usadas por los judíos de habla hebrea, y tampoco por algunas confesiones cristianas.
Cuando se debatió si Cantar de los Cantares era simplemente un idilio amoroso, Rabí Akiva se levantó en su defensa (ver Halajá) diciendo que Salomón estaba hablando inspirado por el Espíritu Santo, como un Midrash (romance metafórico) entre Dios y el pueblo de Israel.18 (También, por motivos similares se planteó la aceptación o rechazo de Eclesiastés y el rollo de Ester.
El Nuevo Testamento es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico (autorizado) de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret.
Al contrario con el Tanaj hebreo, llamado por los cristianos Antiguo Testamento, los cristianos, a excepción de los llamados judíos mesiánicos, no tienen el Nuevo Testamento en común con los judíos.
En total se numeran en el Antiguo Testamento 46 libros, que sumados a los 27 del Nuevo Testamento forman la Biblia con sus 73 libros bíblicos .
El Antiguo Testamento, para la mayoría de las personas cristianas, es la primera parte de las Biblias cristianas.
Los judíos dividen los libros del Tanaj en tres grupos distintos: Torá (la Ley), Neviim (los Profetas) y Ketuvim (los Hagiógrafos).
El uso del término «testamento» proviene del vocablo hebreo berith ('alianza, pacto, convenio o disposiciones entre dos contratantes'), a través del griego diatheké, y del latín testamentum.
El Antiguo Testamento o Tanaj comenzó su canonización en el 450 a.
Los testigos de Jehová prefieren la expresión Escrituras Hebreas para referirse a esta colección de libros.
Rabí Hanina (siglo I) tuvo un arduo trabajo alineando la teología del libro de Ezequiel con la Ley de Moisés.
Contiene el Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales y proféticos.
Aunque el concilio de Yavne fue más una confirmación que canonización.